La construcción, que también llamamos construcción de edificios, es un conjunto de técnicas e industrias involucradas en el ensamblaje y la erección de estructuras, principalmente aquellas utilizadas para proporcionar refugio.
La construcción es una actividad humana antigua. Comenzó como una necesidad funcional para crear un entorno controlado que moderara los efectos del clima. Los refugios fueron el medio por el cual los humanos pudieron adaptarse a una variedad de climas y convertirse en una especie global.
La historia de la construcción está marcada por varios procesos. Uno de ellos es el aumento de la durabilidad de los materiales utilizados. Los materiales primarios de construcción, como hojas, ramas y pieles de animales, eran perecederos. Posteriormente, se emplearon materiales naturales más duraderos, como arcilla, piedra y madera, y, con el tiempo, materiales manufacturados como ladrillos, hormigón, metales y plásticos.
Otro proceso es la búsqueda de edificaciones con mayores alturas y aperturas, posible gracias al desarrollo de materiales más resistentes y al conocimiento sobre su comportamiento y uso en beneficio de la construcción.
La tercera tendencia destacada es el nivel de control dedicado al interior de los edificios: la regulación cada vez más específica de la temperatura del aire, la iluminación, el aislamiento acústico, la humedad, los olores, la velocidad del aire y otros factores que afectan el confort humano.
Otra tendencia es el cambio en la energía utilizada en el proceso de construcción, que comenzó con la fuerza muscular humana y evolucionó hasta las potentes maquinarias empleadas en la actualidad.
